viernes, 9 de diciembre de 2011

Y en un abrazo, decirte al oído lo mucho que te quiero.

Y voy a gritarle al mundo que ya no tengo dudas, que los miedos, los lloros, las indecisiones, los días malos, están guardados en un cajón. Voy a gritarle al mundo que te quiero como a nadie, como nunca, ni mucho ni poco, te quiero como me enseñaron y como se. Que no voy a pensar en lo que un día paso, ni en lo que estar por venir, ni si me puedes prometer un siempre, solo voy a pensar en cada momento a tu lado, en cada hora, cada minuto, cada segundo contigo. Voy a limitarme a vivir el presente, a abrazarte cuando te tenga a mi lado y a echarte de menos cuando estemos separados. Que quiero saber que piensas, si piensas en mi tanto como yo pienso en ti. Ahora mismo, daría lo que fuese por tenerte aquí, conmigo, a mi lado, dejar de echarte de menos y abrazarte, y decirte al oído lo mucho que te quiero, y nos sentaríamos en el sofá y, ¿sabes que película veríamos? una de miedo, no, mejor una de terror para tener motivos suficientes para abrazarte mil veces, y después de ver una película de terror, pasaríamos a una romántica, y así podríamos hacer las cosas que hacen los protagonistas, o mejor, podríamos superar con diferencia esas cosas, podríamos hacerlo mucho mejor, ya que lo nuestro seria verdadero, y lo suyo un guion escrito, y yo podría sentirme a tres metros sobre el cielo, contigo acariciándome el pelo, y diciéndome al oído que me quieres. Voy a gritarle al mundo lo mucho que te quiero, aunque estemos a kilómetros de distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario