''Me acostumbré a cada defecto y a cada virtud''

Me acostumbré a las noches que pasé despierta pensando que en cualquier momento podrías aparecer por la puerta de mi habitación con una enorme sonrisa, porque no hay nada imposible. Me acostumbré a todas las mañanas pensando en ti, o imaginándote a mi lado diciéndome uno de tus ''buenos días princesa''. Me acostumbré a todos tus defectos porque poco a poco se fueron convirtiendo en virtudes, y eso es lo que te hacía único entre un millón. Me acostumbré a todos los motes cariñosos que te inventabas para decírmelos a mi. Me acostumbré en muy poco tiempo, a cada frase que me dijiste, a cada ''para siempre'' que pensamos que lo cumpliríamos. Algunas de las canciones que más odiaba o que simplemente nunca me había parado a escucharlas, se convirtieron en las más preciosas. Me acostumbré tanto a ti y de una manera tan rara, especial e imposible, que ni siquiera yo me explico como. Yo, estaré toda la vida esperándote.